Los miembros fundadores de 3 de La Habana empezaron juntos en la capital cubana, se quedaban juntos en hoteles mientras estaban de gira y trabajaron juntos las armonías de sus cuatro álbumes de estudio, incluyendo el más reciente, Llegó el momento, el cual salió a la venta el pasado 10 de marzo, bajo el sello de RAFCA Records.
El grupo lo conforman los hermanos Pinelli, Ari y Germán, y la esposa de este último, Ana.
“Llegamos de Cuba, llegamos con muchas ganas de triunfar en Estados Unidos y en todo el mundo. Somos una familia de músicos y estamos ahora ubicando espacios en dónde presentarnos y mostrar nuestras canciones. Traemos mucha cuerda, muchas ganas y sobre todo, no dejarse caer ante nada. Tenemos la intención de meternos en los corazones de todo el mundo, a través de nuestra música”, comenta Ari Pinelli, vía telefónica desde Miami, Florida.
El trío 3 de La Habana fue fundado en 1993 informalmente. Para entonces, Germán y Ana ya eran pareja, después de haber trabajado juntos en el famoso cabaret Tropicana de La Habana, donde Germán era corista y ella cantante y presentadora.
La idea de iniciar un trío junto con Arì surgió de la habilidad de armonizar juntos. Empezando modestamente con actuaciones en vivo que con el tiempo se convirtieron en presentaciones en los lugares de más renombre en Cuba.
“Sobre nuestro estilo o sonido musical, te diré, somos una banda que fusionamos la música contemporánea con la música tradicional cubana. Creo que aunque en nuestro primer disco tenemos más enfoque en la música seria. En este disco nos vamos más por la música pop, por los sonidos más comerciales del momento. Tenemos música para todo tipo de público. Para todo tipo de personas, porque nuestra música es fresca, llena de alegría y muy positiva”, nos apunta Pinelli sobre su estilo musical.
La odisea rumbo a la libertad
Para todos los cubanos, el exilio puede ser aterrador y liberador al mismo tiempo. Para los Pinellis no fue la excepción, la experiencia fue emocionalmente desgarradora, acabando de pasar por la muerte de su hija. La niña de tres años de edad falleció de una inexplicable infección viral. Para Ana la tragedia encapsulaba la frustración, el dolor y el resentimiento de tratar con un gobierno que en varias ocasiones se había negado a permitir que la niña viajara con sus padres de gira fuera del país.
Ana siempre se preguntará si su hija aun estaría viva dada la oportunidad de viajar con ellos y habiéndole evitado el estrés de la separación continua de sus padres. Pero Ana ya tenía una cosa clara: sabía con seguridad que debía salir de Cuba.
“Estamos en plena promoción de nuestro nuevo disco, el sencillo que estamos promocionando es en realidad el cuarto sencillo del disco, y se llama Llegó el momento, el cual es como un reggaetón cubano o ‘cubatón’. Le decimos así porque tiene muchos elementos de la música cubana, más que del reggae o el reggaetón de Puerto Rico o de Panamá. Tienes movimientos sincopados y otros estilos de la música tradicional cubana, por eso es un cubatón. Además, es un tema muy sensual, está muy bueno, se los recomiendo”, dice Pinelli.
Tras pasar por la odisea migratoria, la agrupación empezó a trabajar la producción del nuevo álbum; una colección de 10 canciones escritas principalmente por los hermanos Pinelli y su padre, Tony Pinelli, productor, galardonado compositor y miembro del cuarteto cubano, Los Cañas.
Los 3 de La Habana ha recibido ayuda de Ralph y Camerina Campillo, una pareja californiana que puso en marcha la disquera RAFCA con el sueño de renovar el interés en la música cubana. La colaboración surgió a raíz de un encuentro casual, mientras los Campillo se encontraban en Cuba en un viaje de negocios.
Camerina Campillo señaló un video en un monitor en el elegante Hotel Melia Cohiba en La Habana, y preguntó acerca de la banda. ‘Esos son los 3 de La Habana’, le dijo un empleado, ‘están sentados ahí en el café’, platicó Germán. “Nuestra familia es de artistas musicales. Mi padre es un gran compositor. Por lo tanto, el componer no es una tarea simple, sobre todo cuando todos en tu familia lo hacen y lo hacen muy bien (risas). Por eso nos tomamos muy en serio esto de la composición musical, sobre todo porque le tenemos respeto a la música”, explica Pinelli sobre sus raíces musicales.
Según Germán, la conexión Ana y Camerina fue instantánea. Intercambiaron amabilidades, números de teléfono y se despidieron. Camerina no tenía ni idea que la banda ya tenía en mente salir de la isla. Después de salir de Cuba en un viaje de rutina para presentarse en Cancún, el grupo tomó de manera subrepticia un vuelo a Tijuana, donde luego cruzaron la frontera a pie.
Pronto se encontraban bajo la custodia de las autoridades estadounidenses, donde fueron separados e interrogados durante 19 horas. Después de mucho llanto y ansiedad, se les concedió asilo político y fueron puestos en libertad. Los cubanos caminaron hacia San Ysidro y se dirigieron directamente hacia un McDonalds, donde se comunicaron con los Campillo, a quienes la noticia tomó por sorpresa, explica Germán.
Los Campillo enviaron una limosina a recoger a los seis músicos, quienes en medio del desconcierto se embarcaban en el paseo más lujoso hacia la libertad.
“Pero claro que no somos sólo una banda más que toca reggaetón, tenemos muchos estilos, también tenemos canciones más en el estilo de la balada romántica, el bolero íntimo. Somos un grupo totalmente versátil. El disco tiene canciones para bailar, para reír, para enamorarse, es un disco para disfrutarlo completamente”, nos habla Pinelli sobre el disco nuevo.
Esa noche, un poco abrumados por la llegada de la banda, los productores recibieron a los seis músicos en su casa en Woodland Hills. El día después de Navidad la banda finalmente voló a Miami, donde Ana tiene familia. Pero antes de viajar, la agrupación firmó con el sello discográfico de los Campillo.
Llegó el momento, el nuevo álbum de 3 de la Habana es sólo el segundo lanzamiento del sello discográfico, después del debut como solista del famoso timbalero cubano Orestes Vilató.
“Aunque somos cubanos y acabamos de llegar de Cuba, no necesariamente tenemos un estilo o canciones que hablen protestando por el sistema cubano político. Escribimos más sobre cosas positivas, lo negativo lo dejamos atrás”, responde Pinelli sobre su idea de la política.
Asunto de familia
El disco incluye un número escrito por el percusionista Tirso Luis Páez de 23 años, hijo de Ana de un matrimonio anterior, pero criado por Germán. Tirso toca la percusión como parte de la banda, junto con su novia, la bajista Magela Crespo. El sexto miembro y compañero desertor es el conguero Maykel Vicens.
“Somos muy ambiciosos, queremos conquistar a todo el mundo con nuestra música (risas), aunque haya mucha competencia y mucho talento. Pero creo que en un principio tenemos muchas probabilidades de lograr el éxito, y tener un sitio en el cual demostrar nuestro talento. Ahora mismo nuestro objetivo es que la gente conozca el disco Llegó el momento y que le guste y lo compre. Y eso nos abre un millón de puertas, salir a tocar a festivales y a todos lados donde nos inviten”, nos platica Pinelli con buen humor y esperanzas positivas en cuanto al futuro de su banda.
Al igual que todos los cubanos y latinoamericanos exiliados que también tienen la esperanza de un día regresar al hogar nativo. Germán sueña con algún día volver a cantar en su Cuba querida.
“Siempre hay una esperanza. Creo en la esperanza siempre, y la fe nunca debe morir. Pero a toda la gente latina del Norte de Texas los saludamos desde Miami, en cuanto podamos los vamos a visitar, por lo pronto los invitamos a que escuchen nuestra música por el Internet y compren nuestro disco en las tiendas departamentales. Espero que nos abran los brazos después de escuchar nuestra música y nada, los queremos mucho”, se despide Pinelli.
Fuente:
Gabriel Montemayor
Especial La Estrella Digital
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